Pareja de centros o tazzas en marmol denominado Rouge Griotte por su veta al corte de vena, y bronce dorado al mercurio en un estilo orientalista, de base circular con contario del que arrancan dos volutas para formar unas largas asas divididas en dos secciones, circular para la zona alta de la curva y cuadrada en su inicio, separadas por moldura cuadrada. Cuenco circular cóncavo sujeto a la base.
Firmado en la base del bronce Barbedienne.
FERDINAND BARBEDIENNE (1810-1892)
Industrial francés del siglo XIX, es conocido por su fundición de bronce artístico. Es un ejemplo significativo de la alianza del arte y la industria en la historia de las artes decorativas de la segunda mitad del siglo XIX.
Ferdinand Barbedienne nació en St-Martin-de-Fresnay (Calvados) en 1810 y murió en París en 1892.
En 1839 BARBEDIENNE fundó la empresa donde hizo reproducir en bronce la mayoría de las estatuas de los museos de Europa en un tamaño lo suficientemente pequeño como para adornar los interiores modernos. Su idea era democratizar el arte haciendo accesibles las reproducciones fieles de las obras maestras. A partir de 1848, la empresa desarrolla cada vez más sus actividades trabajando con escultores de renombre y en la fabricación de objetos, muebles, lámparas de araña, adornos para chimeneas, etc en un estilo ecléctico que iba desde el neorrenacentista hasta el neo-Luis XVI.
En 1850 recibió el encargo de amueblar el Hotel de la VIlle (ayuntamiento) de París. En 1851 participó en la Gran Exposición de Londres. También estuvo presente en la Exposición Universal de 1862 con un jarrón de bronce con esmaltes campeados, conservado actualmente en el Victoria and Albert Museum de Londres.
En la década de 1880 decantó su producción por la influencia oriental, principalmente china y japonesa.
Una estrecha colaboración entre el fabricante y el artista da lugar a una producción de calidad al reflexionar sobre los medios para lograr una producción que aproveche las posibilidades que ofrecen la investigación técnica y el uso de maquinaria cada vez más avanzados, y que demuestre la capacidad de hacer que la belleza surja de la técnica. Gracias a la ayuda de los artistas, algunas fábricas industriales no sólo elevaron el nivel de su producción, sino que hicieron de París la capital indiscutible de las industrias de lujo. Así, durante más de treinta años, de 1855 a 1888, el escultor Constant Sévin fue responsable de la producción de bronces para muebles en la empresa Barbedienne. Virtuoso ornamentalista, creó suntuosas composiciones para Barbedienne con un amplio repertorio ornamental.