Plata Torneada, fundida y cincelada. Marcas en el reverso M Coronada, marca fiscal del águila, FCDA con perfil rectangular y CAAMAÑO con perfil rectangular como artífice; burilada en el alero. En anverso centro del plato iniciales V.H.M. como marca de propietario.
Salvas lisas de mesa, de tipo circular con caída al interior, alero cóncavo con borde remarcado con cierta elevación. Apoya sobre tres patas de voluta en estilo rococó con rocalla y acantos. Este tipo de salvas se disponían encima de la mesa con alimentos o dulces para los comensales.
Las Marcas corresponden al ensayador mayor de México entre 1790 y 1818, el aragonés Jose María Forcada y la Plaza, que usa aquí una variante, con las iniciales de su apellido en una sola línea; una M mayúscula coronada y un águila sobre nopal en el interior de una venta triangular de ángulos redondeados representan las marcas de ciudad y fiscal respectivamente; la marca personal del platero corresponde a Antonio Recarey y Caamaño, natural del reino de Galicia, donde nació alrededor de 1757. Fue aprobado como veedor en enero de 1782 por el virrey Martín de Mayorga que al mismo tiempo le dio licencia para poner su tienda pública. Tuvo una participación activa en su gremio en 1800, 1801 y 1808 ocupó el cargo de Veedor, y en 1799 y 1806 fue mayordomo de la cofradía de San Eloy. Caamaño se asoció con diferentes plateros como Merino, Antonio de Elías Sáenz, Manuel Tolsá, en 1800 forma con Pedro de Escuza y Lecanda una compañia. Era solicitado para todo tipo de obras debido al prestigio adquirido, así participó en el tan alabado ciprés de la Catedral de Puebla, la Colegiata de Guadalupe y el Colegio de Minería. Entre su clientela había varios Virreyes, Condes y Marqueses, mariscales, gobernadores, ordenes religiosas….Las piezas que se vendían en su platería era muy variadas: Platos, cubiertos, salseras, soperos, cigarreras, custodias, cálices, cristos…La quinta marca, con tres iniciales separadas por punto, es impronta de propiedad.