Imagen de pie, vestida con túnica de ondulados pliegues paralelos, que se acorta sin doblarse sobre la peana, capa sobre los hombres corta, sin llegar al suelo, ambas se decoran con policromía al temple, imitando la piel lanuda de una oveja; pies descalzos; porta su atributo de cordero (Agnus Dei) en su mano abierta derecha, y con la otra señala con el dedo índice al cordero; su rostro, de gran serenidad, de mirada fija hacia la lejanía, ojos almendrados, bien dibujados, enmarcados por fuerte entrecejo y arqueadas cejas, labios carnosos; pómulos salientes, redondeados y sonrosados; ancha frente con largo pelo que se recoge hacia atrás por orejas salientes, con raya al medio, presenta ondulaciones paralelas al igual que la poblada y abundante barba que se divide al mentón. Trasera plana con vaciado en la madera. Peana exagonal sencilla con restos de policromía.
Esta imagen fue realizada para presidir un altar dedicado a San Juan Bautista o como parte de la imaginería del mismo.
Pieza excepcional por su antigüedad, rara iconografía, imagen de santo (no virgen sedente), y conservación, aunque se ven algunos daños por el paso del tiempo como faltas en la delicada policromía al temple, pie y parte de la peana; se conserva en su estado original sin añadidos
Debido a sus características iconográficas y técnicas encuadramos esta obra en una transición entre un románico tardío y un gótico temprano.